Hoy os voy a explicar otras manías mías, esta vez las que tienen relación con el momento en el que estudio flauta.
Para empezar, siempre, absolutamente siempre, toco a las ocho en punto de la tarde. Me es imposible tocar antes, no me centro.
Antes de tocar me lavo las manos, los dientes, la cara y me recojo el pelo con una coleta.
El flexo tiene que estar totalmente centrado en el atril, a la derecha, nunca delante de mí, entre dos de las tres patas del atril.
Para tocar tengo que estar descalza, cuando eso no es posible solo lo consigo con unas deportivas viejas. Esto es (atención) porque me tuerzo. Como lo oís, si no estoy descalza o en deportivas me entra la paranoia de que estoy torcida, de que tengo un lado más alto que el otro, y no puedo tocar.
El atril tiene que estar absolutamente quieto, no vibrar.
Si estoy utilizando el metrónomo, tiene que estar en "beat 1", que es un sonido más grave. No soporto el "beat 2", que es más agudo.
Tengo que estudiar los libros en orden, nada de saltarme trozos.
Prefiero estar sola en casa, para no entretenerme.
No aguanto que la flauta no esté limpísima o que le suenen las zapatillas (sí, la flauta tiene una parte que se llama zapatillas).
Normalmente me quito la chaqueta y me quedo en manga corta, aunque haga frío.
Ordeno la habitación antes de tocar y quito de la mesa todos los libros.
Depende del día me pasan algunas cosas más, pero normalmente este es mi ritual para poder estudiar y tocar concentrada.
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jeje