Niño 1 salpica a Niño 2.
Padre de Niño 2 llama la atención a Niño 1.
Niño 2 muerde el churro de plástico de Niño 1.
Madre de Niño 1 regaña a Niño 2.
Niño 3 le dice a Niño 4 que le devuelva su barco, pero Niño 4 no quiere.
Niños 1 y 5 apoyan a niño 3, pero Niño 2 va en el bando de Niño 4.
Empiezan a pelear.
Patadas.
Aguadillas (en una piscina de medio metro de profundidad).
Muchos mordiscos.
Churros, pistolas de agua y barcos volando.
Y los padres al rescate.
Porque en vez de enseñar a arreglar los problemas dialogando y hablar las cosas, mejor educar a los niños de otra forma. Mejor gritar a los otros niños cada vez que el tuyo diga "¡Mamá/Papá fulanito me ha salpicado agua!"
Supongo que los políticos también fueron niños que iban a la piscina.
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