martes, 3 de noviembre de 2009

La realidad supera a la ficción


Un día oigo a mi admirado Vicente Romero hablar de las farmaceúticas y de las grandes empresas.

Al día siguiente oigo en el mismo programa a un señor autor de un libro sobre qué ocultan las farmaceúticas, la OMS, las grandes empresas...

Entonces me siento pequeñita e indefensa al oír tantas cosas que ocurren sin que sepamos nada.

Intento creer sólo la mitad, porque espero que no todo sea así al cien por cien, pero aunque lo dejase en la mitad me siento utilizada, engañada e ignorada.

Ya no sé qué creer, todo lo que me cuentan los medios parece mentira, todo tergiversado y adaptado a lo que quieren (¿quiénes?) que pensemos.

La sensación de que lo que te rodea es falso, un decorado, crece a pasos de gigante, mientras que las ganas de contribuir a cambiar las cosas menguan, al igual que la fe en la política o la justicia.

El dinero y el poder mueven el mundo, y la solidaridad y el respeto no son más que una piedrecita minúscula en su gran camino. Todo son intereses.

Como siempre, la realidad supera a la ficción. De verdad que no cabe en una cabeza normal.

Pero, entonces, ¿a qué clase de cabezas pertenecen las de todas esas personas que sí lo entienden?

Tal vez simplemente no lo entiendan, se dejan arrastrar por la marea. Sinceramente, es más fácil.

Pero más aburrido.

Y me gusta divertirme.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vicente Romero es de Priego? Allí ese apellido es muy normal.

Neza dijo...

No, Vicente Romero no es de Priego, que yo sepa.
Es un conocido periodista al que admiro muchísimo. Puedes ver reportajes suyos, por ejemplo, en Informe Semanal.
En los blogs de Esta es mi gotera, hay un enlace a uno que se llama "Con los pobres de la tierra" que él escribe.