martes, 29 de diciembre de 2009

En mi pueblo se llaman sinvergüenzas



Después de haber ahorrado durante mucho tiempo, meses o años, para comprar un billete avión.


Después de no haber estado con tu familia en tanto tiempo, sin ver a tus hijos, padres, abuelos o amigos.


Después de esperar a que llegase el momento de poder regresar, de esperar poder cantar villancicos con ellos.






Después de todo eso te dicen que no, que el billete no vale, que has perdido el dinero, que no verás a tu familia y que nada de villancicos.




"¿Por qué?"




Porque algún sinvergüenza ha hecho lo que ha querido.


Porque a ese sinvergüenza le da igual tu familia, tu billete y tus villancicos.






Y ese sinvergüenza no va a hacer nada, a arreglar nada ni a responsabilizarse de nada.


Y nadie le va a decir que haga algo, que arregle las cosas o que se responsabilice.




Tú estás sentado encima de las maletas. Llevas varios días así. Te has cansado de gritar las protestas. No te han dado avión. Has intentado cortar el tráfico. Has intentado hacer una huelga de hambre, pero después de la de Aminatu la tuya ya no llama la atención. No te van a dar avión.



Lástima no tener alas.




domingo, 20 de diciembre de 2009

RARA

El otro día fui al dentista para una revisión.
Por las noches me pongo un aparato-retención para que no se me fastidien los dientes.
Conversación con la auxiliar de dentista mientras me acompaña al sillón de dentista:

Auxiliar:
-¿Usas el aparato?

Yo:
-Sí, todas las noches.

Auxiliar:
-¿En serio?

Yo:
-Sí.

Nunca me han lanzado una mirada de "qué tía más rara" tan clara.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Tiempo


Cuando te encuentras con una persona y la conversación que mantenéis no pasa del frío y la nieve, hace demasiado tiempo que no ves a esa persona.


Por cierto, que sólo son cuatro copos, so exageraos.

domingo, 13 de diciembre de 2009

¡Socorro!


1) Estoy enterrada bajo un montón de libros

2) eso sería genial de no ser porque

3) no me interesan nada

4) me los tengo que estudiar, osea, que

5) tengo que estudiarme un montón de cosas que me dan igual

6) y es muy aburrido

7) me desespero

8) y empiezo a desvariar

9) lo he notado, porque

10) de repente me pongo a cantar cosas sobre la población, los materiales textiles o cosas así

11) me pongo a gritar en francés en tiempo pasado

12) le doy puñetazos a los libros del insti

13) hoy le he rezado a Elvis para que nieve y no tenga insti mañana

14) de momento ha escuchado mis plegarias

15) estoy junto a la ventana, medio histérica, animando a los copos

16) veo el insti enterrado entre la nieve

17) de ilusión también se vive

18) tengo ojeras, el pelo de loca

19) me río por tonterías

20) escribo estas cosas

21) en vez de aprenderme el maldito vocabulario de inglés

22) me quedo sin ideas

23) por estudiar

24) efectos secundarios

25) me atonto

26) así que lo mejor es dejar de estudiar

27) no de aprender, que son cosas distintas

28) me estoy dando cuenta

29) porque estudiar es leer en el libro de tecnología que una técnica de unión desmontable es el tornillo pasante con tuerca (paridón)

30) y aprender es apretar un tornillo

31) es más rápido, más divertido, más útil

32) no como aprenderte de memoria el maldito tornillo pasante con rosca

33) qué poco sentido común

34) y encima se me va a contagiar

35) lo mejor va a ser huir

36) me voy a dermir

37) que viene a ser lo mismo.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

X, X2, X3, X4 yX5:
-Aaa.

Y:
-Ooo.

X, X2, X3, X4 y X5:
-¿Ooo?

Y:
-Ooo.

X, X2, X3, X4 y X5:
-¡Aaa!

Y:
-Ooo.

X, X2, X3, X4 y X5:
-¡AAAAAAAAA!

Y:
-Ooo.

X, X2, X3 y X4:
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAA!

X5:
-...

Y:
-Ooo.

X5:
-Aaaaaaa... o.

X, X2, X3 y X4:
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!

Y:
-Ooo.

X5:
-Oaoa.

M:
-¿Y?

Y:
-Ooo.

M:
-¿X, X2, X3, X4 y X5?


X, X2, X3, X4 y X5:
-aaaa


domingo, 29 de noviembre de 2009


¡LLUEVE!

lunes, 16 de noviembre de 2009

El platillazo


El coche de Isabel tenía un defecto. Cada vez que frenaba, el volumen de la radio o la música bajaba.
Al comprarlo no le importó, porque el precio disminuyó notablemente gracias al error de fabricación.

A Isabel le encantaba la música, no había nada en el mundo que le hiciese más feliz que escuchar una buena obra en un equipo de calidad, apreciando bien cada nota, cada instrumento.

Aquel día se dirigía al trabajo en su coche casi nuevo.
No había tráfico, y, además, su obra favorita sonaba a todo trapo en el equipo del coche. Aquella obra le encantaba únicamente por el enérgico platillazo final. Era bastante larga, pero siempre la escuchaba entera con impaciencia, a la espera de su amado platillazo. Imaginaba la orquesta entera tocando con toda la energía que tenía, a la espera de aquella explosión que indicaba que habían acabado. Entonces todos paraban de repente. Daba igual lo fuerte que tocasen, cuando el percusionista hacía sonar el instrumento obedecían sus órdenes sin rechistar, todos a la vez, perfectamente coordinados.
Isabel aceleraba cada vez más de forma inconsciente, a la vez que el final de la obra se acercaba, para subir el volumen de la música. Un poco más cada compás, contribuyendo al crescendo como si perteneciese a aquella orquesta.
Ahora.
La última nota estaba sonando. La tensión aumentaba, esperando el platillazo.
Un coche se acercaba a toda velocidad, aunque Isabel lo vio con tiempo de sobra para pegar un frenazo y evitar la colisión
Pero el coche de Isabel tenía un defecto.
Sabía que no sobreviviría al impacto, pero prefirió que el estupendísimo platillazo marcase su final, como el de la obra.
Aceleró todo lo que el coche le dejaba.
Fue el mejor platillazo que escuchó en su vida.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Hacerse el moderno

No me gusta la gente que en vez de decir blog...






dice bloc.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Concurso de catástrofes


¿Qué es peor?

¿Que los clubes de fútbol se quejen por no pagar impuestos como el resto de los mortales?

¿Que hasta ahora no han pagado impuestos como el resto de los mortales y nadie ha dicho nada?

¿O que seamos el resto de los mortales, que pagamos impuestos, los que hagamos que se enriquezcan, pagando setenta euros por una camiseta que vale siete, o asistiendo a los partidos?


Decían que si les hacían pagar se paralizaban y no había fútbol.

Ojalá

Qué bonito sería el mundo.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Pensar


Ejercicio de mi libro de Geografía de 3º de secundaria (para alumnos de entre catorce y dieciséis años):


10. La esperanza de vida masculina en África es de 50 años, y la femenina, de 52,1 años. En Europa, la esperanza de vida de los hombres es de 71 años, y la de las mujeres, de 79,2 años.

¿En qué continente son más similares entre sí las esperanzas de vida de hombres y mujeres?

martes, 3 de noviembre de 2009

La realidad supera a la ficción


Un día oigo a mi admirado Vicente Romero hablar de las farmaceúticas y de las grandes empresas.

Al día siguiente oigo en el mismo programa a un señor autor de un libro sobre qué ocultan las farmaceúticas, la OMS, las grandes empresas...

Entonces me siento pequeñita e indefensa al oír tantas cosas que ocurren sin que sepamos nada.

Intento creer sólo la mitad, porque espero que no todo sea así al cien por cien, pero aunque lo dejase en la mitad me siento utilizada, engañada e ignorada.

Ya no sé qué creer, todo lo que me cuentan los medios parece mentira, todo tergiversado y adaptado a lo que quieren (¿quiénes?) que pensemos.

La sensación de que lo que te rodea es falso, un decorado, crece a pasos de gigante, mientras que las ganas de contribuir a cambiar las cosas menguan, al igual que la fe en la política o la justicia.

El dinero y el poder mueven el mundo, y la solidaridad y el respeto no son más que una piedrecita minúscula en su gran camino. Todo son intereses.

Como siempre, la realidad supera a la ficción. De verdad que no cabe en una cabeza normal.

Pero, entonces, ¿a qué clase de cabezas pertenecen las de todas esas personas que sí lo entienden?

Tal vez simplemente no lo entiendan, se dejan arrastrar por la marea. Sinceramente, es más fácil.

Pero más aburrido.

Y me gusta divertirme.

Pensamiento corto


Las calabazas no dan miedo.

Son calabazas.

Se comen.

domingo, 1 de noviembre de 2009

¡La gotera lleva sin arreglarse un año!


Me acabo de dar cuenta de que mi gotera ya ha cumplido un año, así que lo voy a celebrar con una entrada de agradecimientos.
Lo sé, soy muy original
.


Gracias a los que leéis todo lo que publico; a los que tanta letra marea, pero ven las fotos y los dibujos; a los que hacen comentarios, en el blog o cuando me ven; a los que no los hacen pero sé que se pasan por aquí; a los que me inspiran para escribir entradas; a los que procuran no inspirarme; a los que están aquí desde la primera entrada; a los que se han incorporado hace poco.
A todos.
Gracias.

viernes, 30 de octubre de 2009


Me llamo Alfonso y soy fantasma.
Los fantasmas no existen.
Y sé lo que digo.
Desde hace años me dedico al oficio. Ya sabes, asustar a la gente y eso. Pero repito que, aunque soy fantasma, los fantasmas no existen.
Lo mío es un trabajo, al igual que otros son camareros, banqueros o profesores. Soy una persona normal, ni humo, ni alma en pena ni espectro.
Sé que es difícil comprenderlo. Me explico.
Me hago pasar por fantasma. Hago que la gente crea que ha visto un fantasma. No es que esté loco, me pagan bien.
Sí, me pagan. Te preguntarás quién es el idiota que paga a otro idiota por hacer de fantasma. Créeme, hay muchos.
Toda la gente que vive de los fantasmas necesita mis servicios: ¿nunca has visto en la televisión un programa sobre fenómenos paranormales, misteriosos y esas cosas? ¿Qué audiencia tendría si no hubiese gente en este mundo anunciando que ha visto un fantasma? ¿Y los escritores de libros sobre extraterrestres y otras amenazas? ¿Y los fabricantes de amuletos y ouijas? ¿Los cazafantasmas? ¿Los hechiceros?
Yo trabajo para todos ellos. Los que mejor pagan son los de la tele, por supuesto.
Mi trabajo no es fácil, hay que estar en buena forma física, ser original, saber sicología, controlar ciencia y, bueno, nada de supersticiones.
Una vez que me dicen la persona a la que asustar y el presupuesto que tengo, preparo el espectáculo. Suele quedarme una preciosidad, a veces cuando es especialmente original, me las apaño para esconder una videocámara en algún lado y grabarlo. Un bonito recuerdo, para que quede algo de mis genialidades.
La gente a la que asusto se divide en dos tipos: personas normales de más bien poca cultura que luego se dedica a gritar a los cuatro vientos su visión, o personas muy importantes en el campo de la ciencia, que no creen en nada que no está demostrado que: a) ponen en marcha estudios sobre fenómenos paranormales para demostrar que no están locos, con lo cual les dan credibilidad, b) empiezan a creer en fantasmas, o c) dejan de ir por ahí demostrando científicamente que los fantasmas no existen.
Nuria Ruipérez pertenecía al segundo grupo, pero no tomó ninguna de las tres opciones.
Me hicieron el encargo a través de un intermediario, así que no sabía quién era mi jefe. En estos temas suele pasar.
Científica investigadora joven, con buen currículum, sin religión ni fe conocida, había hablado en público varias veces desacreditando casos de gente que anunciaba el fin del mundo, famosos especialistas de vida extraterrestre y medios que contenían secciones dedicadas a la brujería. Vamos, que era un obstáculo para muchas personas.
Yo tenía que asustarle y anunciarle su muerte.
A veces los jefes tienen esas cosas, que encima se ponen exquisitos.
Me puse manos a la obra, teniendo en cuenta que una científica no se iba a tragar una aparición de letras escritas con sangre en el espejo no otras tonterías por el estilo.
Preparé una función estupenda, uno de mis mejores trabajos, con un mensaje muy claro: vas a morir.
Un trabajo como otro cualquiera, lo hice y me pagaron. Todos contentos.
Hasta dos semanas después.
Va la tía y se muere.
Menuda gracia. Le anuncio la muerte y se muere.
Vale, esta vez quien quiera que hubiese sido mi jefe se había pasado. Yo mismo reconozco que vivir con miedo no es vivir, pero al menos respiras.
Estaba seguro de que el causante de su muerte había sido la misma persona que me había encargado el trabajo.
Bueno, estaba claro lo que tenía que hacer: ir a la policía antes de que la policía viniese a mí. Así que me presenté en una comisaría y conté todo lo que sabía sobre la muerte de la chica, o sea, nada, excepto que yo se la había anunciado.
Menudas risas con los policías, no te imaginas. Dos o tres horas hasta que me creyeron.
Luego nada especial, volví a mi casa satisfecho de colaborar con las autoridades a arrestar a mi jefe.
Bueno, nada especial hasta esa noche, que ocurrió algo digno de mención.
Nuria Ruipérez se apareció en forma de fantasma en mis narices.
Qué mala pinta… muerta y todo que estaba…
Pero qué queréis, no me iba a asustar siendo yo un fantasma, me puse a buscar el método que había seguido quien fuese para una aparición tan decente.
Al final encontré algunas señales de trucos de fantasma profesional, y uno muy bueno. Casi tanto como yo.
Si se me había aparecido, esa chica tenía que seguir viva, pero bastaba abrir cualquier periódico para ver cómo iba la investigación policial del asesinato.
¿Qué era esto?
Me puse a buscarla. Fui a su casa, donde la había asustado hacía unas semanas. Me iba a encontrar una cinta amarilla de la policía en la puerta impidiéndome el paso, pero no había nada que perder.
No había cinta en la puerta, llamé al timbre y me abrieron.
Moraleja: si no hay nada que perder, inténtalo, que siempre hay algo que ganar.
Pues sí, la puerta se abrió, y algo mejor aún, me la abrió Nuria Ruipérez.
Muy maja la chica. Estuvimos charlando un rato y eso. Ni era científica ni nada de eso, era un fantasma.
Por supuesto, no se había tragado mi número, aunque fue muy bueno, según dijo. Fingió asustarse, para no delatar su oficio, y luego se puso a investigar quién intentaba asustarla.
Así llegó a mí, y después a mi jefe. Debía de ser alguien muy importante el jefe, porque al verse descubierto había hecho que la asesinaran.
A la vista está que no lo habían conseguido, de hecho, no sé cómo, tanto Nuria como sus asesinos fingieron su muerte. Mi jefe se unió a la farsa y compró a la policía. Sí, debía de ser un pez bien gordo. ¿Cómo les habría convencido? No me quiso decir nada.
El caso es que ella, en venganza se me había aparecido, intentando asustarme. Pero soy un fantasma, esas cosas no cuelan.
¿Por qué me habían encargado asustarla a ella primero?
No crean que fue un misterio averiguarlo, eso es en las películas. Hablando se entiende la gente, así que se lo pregunté, y ella sabía la repuesta.
Mi jefe era rival de su jefe.
Los dos llegamos a la conclusión de que estábamos siendo usados por nuestros jefes, y eso no nos gustaba. Tuve suerte, nos entendimos bien.
Además, tampoco es tan difícil adivinar qué íbamos a hacer dos fantasmas con mala leche. Pues lo único que sabíamos.
Gracias a la información que ella tenía, averiguamos quiénes eran nuestros jefes. De verdad que uno se siente importante trabajando para gente así. Normal que hubiesen comprado a la policía, o a la prensa, o a quien fuese… No hay como ser directivo de una gran multinacional.
Lo único de lo que no se salva nadie, tenga el dinero y la influencia que tenga, es de pasar miedo.
Y tanto que lo pasaron.
Nuria era buenísima, sobre todo sus ideas eran muy originales, y yo les daba forma a base de ciencia, reacción química por aquí, reacción química por allá…
Trabajamos un montón.
Y nos gustó el tema. Nos asociamos y nos dedicamos a escarmentar directivos de un montón de empresas.
Ya sé que lo que hacemos está mal. Pero tú lo harías si supieses lo que hacen esas empresas. Eso sí que da miedo, más que nada en el mundo.
Así que témeles. No los creas.
¿O puedes esperar información honrada de alguien capaz de comprar a la policía y a la prensa?
Bueno, me da igual si te parece bien o mal.
Al menos ya sabes que no se suicidan por el estrés.
Es cosa de fantasmas.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Copia


¿Y si lo que quieren es que nos dediquemos a ser monjes copistas?

Eso lo explicaría todo...

jueves, 15 de octubre de 2009

Se va con el aire


Cojo aire, lo aguanto y luego lo suelto muy sonoramente.

Con el aire intento desacerme de la impotencia, de la rabia, del cansancio...

Porque no es justo que se premie el mínimo esfuerzo, y que mucha gente trabajadora salga perdiendo.

"Como no hace nunca nada, pues ya que parece que lo ha intentado, le recompensamos para que se motiven. A los que haciendo esto estamos desmotivando y despreciando su trabajo, bueno, pues que se aguanten, total, como van bien."

Porque a veces hay que preparar un poco las cosas y tener algo de sentido común, pensando qué es lo más eficaz y lo más útil, aunque al principio sea más trabajo.

"Es el libro, que tiene un nivel bajísimo, que yo no me voy a esforzar en subir, porque es mucho más facil seguir así y que el próximo que venga lo haga. Total, es el nivel que me han dejado a mí, ¿no? Además, si no, suspenden y mejor tener aprobados, aunque sólo sean oficiales, que dan menos trabajo."

"No, si copiando lo vais memorizando."

Porque los refuerzos son para el que no se esfuerza.

"Tengo que ir al ritmo de todos, no se me ocurre que el problema de algunos no es que no puedan llevar el ritmo, simplemente que no quieren hacerlo. Los que lo intentan que esperen."

Porque dar clases y charlas es muy fácil.

"Bueno chicos, ya sabéis hay que ahorrar energía y materiales y ser críticos con la publicidad. Y ahora tomar estos panfletos enorme en los que no dicie nada nuevo, simplemente que recicléis, que están hechos con papel grueso, plastificado, con enormes dibujos y que he editado tal empresa porque se preocupa por el medio ambiente."

"Y recordad, todos somos iguales. Por favor, alguien fuerte, los chicos, puede ayudarme a llevar el proyector?".

Porque no me dan el gustazo de pensar.

"Esto es un poco complicado, así que no lo vamos a dar, que os vais a hacer un lío, además, lo daréis en otros cursos."



martes, 6 de octubre de 2009

¡Eureka!

¡Lo tengo!
Le he dado muchas vueltas a la cabeza, y he encontrado un trocito de la solución al problema.
Si mis observaciones y experimentos están bien hechos, el problema es:
Que el objetivo de todo el mundo (profesores, alumnos, políticos...) es aprobar, no aprender.
Se le da más importancia a un número que al conocimiento y la cultura.

viernes, 2 de octubre de 2009

El chiste

Compañero:
-Oye, ¿te acuerdas del chiste que me contaste ayer, ese que me reí tantísimo y que me gustó tanto?
Yo:
-Sí.
Compañero:
-¿Me lo podrías explicar? Me he dado cuenta de que no sé de qué me reía, porque no lo entiendo.
Yo:
-Ains.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

H1N1

Gracias a la pandemia del virus de la gripe porcina, en mi instituto van a poner jabón en los baños.
Para que nos lavemos las manos.
Porque si no hay pandemia no nos tenemos que lavar las manos.
Será eso.
Lo cual es penoso.

AVISO

He asistido a un espectáculo de entretenimiento infantil y tengo que decir algo, por si hay gente que aún no lo sabe.
Los niños son niños, no tontos.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Me resuelven el futuro

Una compañera de clase:
-Oye, tú que eres lista, podrías ser notaria.
Yo:
-Ah, vale.
Una compañera de clase:
-Pero vas a tener que estudiar muchas matemáticas.
Yo:
-Sí, seguro.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Seamos originales

Vamos a ser distintos, vamos a innovar.
Nuestro telediario marcará la diferencia.
En verano daremos la noticia de que hace calor, un experto explicará cómo combatirlo y mientras ponemos imágenes de gente remojando los pies en una fuente.
Y luego, cuando el verano acabe, informamos de que al volver al trabajo muchas personas sufren una pequeña depresión, un experto explicará a qué se debe y cómo evitarla.
Sí, haremos cosas nuevas.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Sentido (poco) común


Lo he intentado, pero no lo consigo.

He probado, de verdad, pero no puedo entenderlo.

Me pongo en el lugar del ayuntamiento de mi pueblo y trato de pensar como lo han hecho ellos:

"Nos dan dinero para hacer una obra, para que alguien tenga que hacerla en vez de irse al paro, genial. Así que, en vez de arreglar una de las muchas calles que hay en el pueblo en muy mal estado o de hacer algo necesario, mejor cambiamos las bonitas farolas en perfecto estado por unas nuevas mucho más feas. Sí, quedará bien, unas altas y grises, tipo autovía, quitamos las otras, aunque funcionen. Ponemos una cada dos pasos, para que no se diga que en este pueblo no hay contaminación lumínica. Da igual que algunas calles de los barrios menos transitados apenas tengan luz. Ya que nos dan dinero, pues lo empleamos en algo necesario."

No lo entiendo.

Y lo he intentado.

jueves, 20 de agosto de 2009

Mercadillo de trueque de libros


23 de agosto de 2009
Albalate de las Nogueras (Cuenca).
Desde las 17:00 horas en el Puente del Nogueral.
NO TODO ES USAR Y TIRAR.
Porque los libros se prestan al cambio, al trueque.
Y toda clase de libros: novelas, cuentos, de historia, arte o poesía. Nuevos o viejos, todos valen.
Ven con tus libros que ya no quieres y cámbialos por aquellos que otros te ofrecen y aún no tienes.
Acércate al MERCADILLO DEL TRUEQUE DE LIBROS. Habrá tenderetes de los pueblos de la comarca.
Además:
Te invitamos a sangría y flores dulces de la Alcarria.
Y para los más pequeños habrá fiesta infantil, cuentacuentos y refrescos.
Música de la tierra para alegrar la tarde.

viernes, 31 de julio de 2009

C4 Agua. D1 Tocado. D2 Hundido.
Tengo mucho miedo.
Es de noche y estoy acurrucado en un portal. Tengo frío y, sobre todo, mucho, mucho miedo.
El hecho de que esté durmiendo en la calle no es lo que me asusta, tampoco estar lejos de mi casa, ni que tengo diez y dos o diez y tres años.
Lo que temo es lo que tengo que hacer mañana. Y que lo haré solo.Mañana me subiré a un bote y navegaré hasta España.
Ni siquiera pensar que cuando llegue allí seré rico me alivia. En realidad, sólo tardaré un día, después ya no tendré nada que temer.
¿Por qué tengo que hacerlo yo? Lo sé de sobra, pero sigo haciéndome esa pregunta. ¿Quién lo haría si no? Mi madre es mayor y apenas puede levantarse de la cama. Mi hermano grande tiene que cuidar a mi madre y, además, es sordo. Aunque oyese no podría hacerlo él, porque es mayor, y si un mayor llega a España, lo traen otra vez aquí.
Sólo quedo yo. No puedo echarme atrás ahora. Mi familia necesita algo que comer, y nos ha costado muchos años reunir el dinero que necesito para poder irme. Lo tengo escondido entre la camiseta y el pecho. Mañana tengo que entregarlo antes de subir al bote.Excepto mi hermano grande y yo, ningún hijo de mi madre ha cumplido más de seis años. Mi padre también murió. Cuando él vivía no pasábamos tanta hambre, porque cuidábamos una cabra que nos daba leche. Cambiábamos la leche que nos sobraba por arroz o patatas.Pero ahora estoy aquí, esperando. Si estuviera en mi casa tendría más fuerzas, pero aquí llevo un día sin comer nada ni dormir, y esta noche no creo que logre descansar. Me siento muy mal, débil.
Voy a intentar dormir un rato, mañana necesitaré tener algo de energía.
Me despierto con la luz del sol. Lo primero que hago es comprobar que mi dinero está en su sitio.El hombre que busca a la gente que quiere ir a España dice que el viaje dura un día. También dice que vamos en un bote muy seguro, que quién nos dirige ha hecho este viaje cientos de veces y que hemos conseguido un precio muy bueno.
Necesito agua. He esperado un montón de tiempo en una cola, pero al final la he conseguido. Es agua sucia, que sale de un pozo lleno de fango, pero es lo mejor que he podido encontrar. He tenido que robar una col. No me gusta robar. Esa col le ha costado trabajo a alguien, y yo he hecho que todo ese trabajo no le sirva de nada, pero, ¿qué voy a hacer? Es eso o morir de hambre.Pregunto a un hombre por el lugar donde nos tenemos que reunir. Él me lo indica y me dirijo hacia allí mientras como algunas hojas de col.Aquí hay mucha gente.Tenemos que entregar el dinero uno a uno y entrar en el bote. Todo lo hacemos escondidos.La gente se mueve nerviosa, aunque en silencio, porque si hacemos ruido nos pueden descubrir. Todos tienen muy mala cara, dan miedo.Ahora me toca a mí. Preparo el dinero y lo entrego. Es la cantidad más grande de dinero que he visto en toda mi vida. Nos ha costado muchos años ahorrarlo.Me subo al bote y me siento. Quiero salir de aquí y huir. Correr. Por un momento me lo planteo, pero no puedo. Mi cabeza dice levántate y vete, pero me quedo donde estoy.Ya no tengo el dinero, ya estoy dentro, en un día estaré en España, en un día seré rico.Una chica se sienta a mi lado, le hago sitito y le ayudo a acomodarse.Poco a poco la embarcación se va llenando. Estoy aterrorizado, el bote es viejo y está roto por muchos sitios. Seguramente lleva cuatro o cinco veces la carga normal.
El hombre que lo dirige no parece muy seguro de lo que hace, tiembla y no para de moverse.La embarcación se pone en marchaComienza la odisea.No sé cuánto tiempo llevamos en el bote. El silencio y la monotonía hacen el tiempo insoportable. Los minutos se vuelven horas, y las horas son eternas.He estado callado casi todo el tiempo, aunque he hablado un poco con la chica que tengo a mi lado. Creo que ella está peor que yo, a veces ni siquiera tiene fuerzas para hablar, cierra los ojos y no los abre en mucho tiempo. Yo la miro mientras, parece que está enferma. Yo sólo he comido unas hojas de col, pero ella parece no haber comido en varios días.
He contado a las personas que vamos en el bote. Somos cuatro veces diez.Padre me enseñó a contar hasta diez. Así puedes saber cuántas cosas tienes. Padre decía que es muy importante saber contar hasta diez.
El mar es siempre igual, y el sol me quema la piel.
Antes de venir tenía miedo, pero era miedo a lo desconocido. Debería haber tenido miedo al sufrimiento, al dolor. Esto es peor de lo que hubiese podido imaginar. Me duele el estómago por el hambre. No es algo nuevo, pero esta vez es mucho peor. No tengo nada para distraerme, y no puedo olvidarme del dolor. Cuanto más piensas en él, más consciente eres de que está ahí y más crece.Quiero llorar.
¿Cuándo acabará esto? Me parece que llevo aquí años, pero no cae la noche.No puedo moverme nada, Mi cuerpo me pide a gritos que me levante y camine un rato, que estire los músculos. Esto es una pesadilla, una pesadilla que no parece tener fin.La chica ha empeorado mucho. Yo le cuido, es lo único que puedo hacer, tanto por ella como por mí. Ella es la única persona con la que puedo hablar. Si no estuviese con ella, tal vez me volvería loco o algo así.
Le he dado a la chica la mitad de las hojas de col que me quedaban y yo me he comido la otra mitad. Ahora tiene un aspecto mejor, y a mí se me ha pasado la sed un poco. Se ha encariñado conmigo.
Me aterroriza pensar que puedo caerme del bote. No sé nadar, creo que muy pocos de lo que estamos aquí saben. Aunque creo que nadar no me ayudaría a nada, mires hacia donde mires solamente hay agua. La barca está dos veces más hundida en el agua de lo normal, si montasen dos personas más se iría a pique.
Empieza a caer la tarde. Eso me alegra un poco, ya que llegaremos un poco después de que caiga la noche.
Ya se ha hecho de noche. El hombre que dirige el bote ha encendido un farolillo. Está nervioso, supongo que es porque nos rodea una oscuridad que asusta.
El calor ha cesado, es un alivio. La brisa me acaricia la cara, llevándose algunos de mis pesares, pero dejándome con otros muchos.
No duermo, pero tengo los ojos cerrados. Pienso, en mi familia, en que esta tortura valdrá la pena. Porque es una tortura.
No estoy seguro de lo que siento en las piernas, más bien no las siento. El hambre golpea mi estómago sin piedad, aunque yo intento no hacerle caso.
Por eso pienso.
La noche sigue y no llegamos. Los demás empiezan a ponerse nerviosos.
Me despierto, lo hago poco a poco. Primero solo oigo las voces, un diálogo al que no presto atención. Luego voy recuperando la conciencia. No he dormido, me he quedado inconsciente. Mi cuerpo está tan debilitado que me desmayo de vez en cuando.
Me espabilo del todo, me incorporo un poco y me sorprende el hecho de que puedo hacerlo: hay más sitio en la barca. Pregunto a un hombre que hay a mi lado por la gente que creo que falta.
Mis sospechas se confirman: seis personas no han aguantado la noche, ahora los demás están tirando sus cuerpos al agua. Algunos protestan, pero son muy pocos. Si dejamos los cuerpos en el bote, enfermaremos antes de llegar, además tendremos menos sitio y olerá mal.
La chica de mi lado acaba de recuperar la consciencia. Su respiración es débil e irregular. Poco a poco, va cerrando los ojos otra vez y perdiendo el sentido. Le dejo, sufrirá menos si no está despierta.
Deberíamos haber llegado ayer. El hombre que dirige la embarcación dice que tardamos más porque hemos cambiado la ruta. Dice que es más larga, pero más segura.
No sé si sabe por dónde va, el mar es igual hacia todos los lados.
Las piernas me arden, a veces me tiemblan, otras veces no las siento. Cada segundo pasa ante mí lentamente, el sol no avanza.
El estómago me duele mucho y tengo la boca pastosa. Voy a beber agua de mar, aunque me dicen que me pondré enfermo. ¿Qué quieren que haga? Si no bebo algo, seguramente muera antes de llegar.
La piel me escuece por el sol y, desde que bebo agua de mar, me salen trozos con bultos en los que se me cae la piel.

Si no llegamos pronto mi cuerpo no aguantará más. Me asusta morirme, pero el miedo es pequeño. En el fondo cada momento deseo morirme y acabar con este sufrimiento. La gente muere cada día, ¿qué más da que muera yo? Cada día veo morir de hambre o enfermedades a mucha gente en mi pueblo, ¿qué importa uno más? Solo es otra vida. Mi hermano y madre también morirían, y así también ellos dejarían de sufrir. Quiero morir, quiero ser una de esas personas que los demás tiran al mar, y que no tienen más sed, no tienen más hambre, más sufrimiento, más dolor o miedo. Uno a uno van dejando de existir, ya van diez y diez y cuatro.
El sol ya está en su punto más alto.
La chica ha despertado. Llevamos horas hablando, ella me cuenta su vida y yo le cuento la mía. Se parecen bastante.
Hablar con ella es lo único que puedo hacer para que el tiempo pase menos lento, porque por mucho que hables no consigues que pase rápido.
Nuestras voces apenas son audibles, están roncas y ásperas. No podemos más.
Ya no tengo piel sana, toda está roja en vez de marrón escuro, y se me caen trozos bastante grandes. Me escuece cuando me rozo con algo.
El estómago también es un tormento horrible. Me duele, me duele mucho. Me hace una sensación de vacío, como si estuviese hueco.
Y hablo. Me aferro a ella hablando, es lo único que me queda. Ella es lo único que me mantiene con vida, el último cable que me ata al mundo. Mi esperanza.
No quiero morir mientras ella siga viva.
Ni siquiera mi familia me importa ya. Quedan tan lejanos, tan borrosos en mi mente…
Nos damos ánimos y fuerzas durante horas, viendo cómo echan al mar cuerpos. Uno a uno. Cada cuerpo me duele, cada uno me mata un poco, cada uno podría ser yo. Veo mi futuro con cada cadáver que cae al agua y se aleja de nosotros. Me anuncian lo que me espera. No sé cuándo, pero sé que pasará.
El hombre que dirige la embarcación la ha dejado a su suerte. El bote va a la deriva. La pequeña esperanza que nos quedaba se ha hundido en la oscuridad.
Me despierto cuando ya cae la tarde, he debido de quedarme inconsciente. Lo primero que noto es que tengo espacio para mover un poco más las piernas.

Eso me alegra, pero solo por un momento. Solamente hasta que descubro de dónde procede el espacio de más.
Ella no está a mi lado.
Repentinamente me invade el pánico y una especie de escalofrío me recorre.

No está. Me horroriza que pueda pasarle algo, la quiero, no se puede ir ahora, no puede.
La busco con la mirada, pero en el fondo sé que no la voy a encontrar, al menos no como me gustaría.
Un hombre me hace una señal con la cabeza, señalando un montón de cuerpos amontonados.
No quiero mirar, no quiero encontrarla ahí.

Pero miro. Y allí está. Pálida y sin vida.
Lloro. Me desgarra la garganta, pero no noto el dolor, ni el hambre, ni la sed.

Nada. Sólo ella. Abrazo su cuerpo inerte, esperando que abra los ojos y me sonría tristemente.
Ya no quiero seguir, no vale la pena. Yo ya estoy muerto.
No llegaremos, el bote no está dirigido, y el hombre que lo guiaba forma parte del montón de cuerpos.

Lo único que me queda es esperar la muerte. No le tengo miedo, quiero morirme, ya estoy muerto. Ella ya no está. Ya nadie está.
Vamos muriendo uno a uno. Morimos por no querer morirnos de hambre. No hay escapatoria, la elección es nada o nada, dolor o dolor, muerte o muerte.
Veo cómo tiran su cuerpo al agua, como si se tratase de tierra o piedras.

Directa al olvido, sin más opción. Una vida, nada. Nadie se enterará, nadie se apenará ni hará nada. Completamente sola e insignificante.
Quedan muy pocos, y están inconscientes o casi muertos.
¿Para qué seguir? Lo que queda es una lenta agonía. Esperar la muerte.
Me levanto casi sin pensarlo y miro alrededor. Es la última visión que tendré de este mundo. Es la última visión.
Y me dejo caer, dejo que las heridas me acuchillen al contacto con la sal.
Por un momento tengo un acto reflejo e intento moverme y salir a flote, pero mi mente le puede y me dejo hundir.
Hundiendo así a mi familia, matándolos de hambre.
No importa, ellos no valen nada, al igual que tanta gente que ya ha muerto. Al igual que yo. Al igual que tanta que queda y que no tiene escapatoria.
El agua me abrasa los pulmones.
Ella.
Nada.






Valentina Martínez Moreno.


Relato ganador del primer premio en la tercera edición de los premios para estimular la práctica de la escritura en el alumnado de Castilla- La Mancha. 06/2009

domingo, 28 de junio de 2009

La vida en sueños

"Wheelbarrow walk" de "Drowning by numbers" de Nyman.

O la sintonía del resumen de prensa de "La vida en sueños" con la que me levanto. (RNE-radio clásica):

http://www.youtube.com/watch?v=YwyhRTPxGnI

viernes, 26 de junio de 2009

¿Nuclear?


Últimamente se habla mucho de la energía nuclear. Esta mañana, escuchando a Juan Ramón Lucas, he oído un pequeño debate entre un ecologista "nuclear-no-gracias" y una representante o algo así de Foro Nuclear "nuclear-sí-por favor".

Cada uno exponía sus argumentos y su forma de ver el tema.

Pero no voy a hablar de residuos, de empleos, de dinero, de rentabilidad...

Quiero hablar de responsabilidades.

Todos sabemos que si hay un accidente en una central nuclear, lo más seguro es que mueran un montón de personas. Para eso hay muchísimas medidas de seguridad, que reducen las posibilidades de que ocurra una catástrofe.

Lo que quiero decir es que, sabemos que puede pasar algo, intentamos que no pase, pero puede pasar. Eso es así en muchas ocasiones: cuando haces un viaje en coche o en cualquier otro medio de transporte, haces cosas para evitar un accidente; cuando utilizas máquinas peligrosas también tomas medidas.

Tomas la decisión de que lo haces, porque seguramente no pase nada. Decides que puedes arriesgarte.

Pero creo que con la energía nuclear no es igual, porque no sólo decides si te arriesgas, ya que un accidente nuclear puede tener muchas consecuencias a largo plazo.

Me explico: si montas en el coche y el coche se estrella, te mueres o acabas herido. Simplemente tú te habías arriesgado, y podía pasar. Fue tu decisión.

Si hay un accidente en una central nuclear, te mueres o acabas herido. Simplemente tú te habías arriesgado, y podía pasar. Fue tu decisión.

Con la diferencia que tu decisión mató a miles de personas más que, bueno, tal vez participaron en la toma de la decisión.

Pero los problemas con cánceres, niños con malformaciones y otras enfermedades durarían mucho más, nacería gente que no había participado en la decisión, pero que se vería afectada por ella. Ellos no eligieron arriesgarse.

¿Es justo que nos arriesguemos, sabiendo que en esto no sólo participamos nosotros, sino muchísimas más personas a las que no podemos preguntar y a las que estamos obligando a correr ese riesgo?

Si ocurriese un accidente, estamos condenando a mucha gente a nacer con malformaciones, a morir prematuramente y a tener unas condiciones de vida desastrosas.

¿Estamos capacitados para tomar una decisión que englobe tantos factores a largo plazo?
Por cierto, si muchos políticos hablasen con la educación y el respeto que hoy han tenido en el debate sobre la energía nuclear el ecologista y la chica de Foro Nuclear, el mundo sería un lugar muy bonito. Mi enhorabuena para ellos (para los del debate, no para los políticos :) ).

lunes, 22 de junio de 2009

Precavida


A veces es mejor empujar la puerta con decisión, porque si vas poco a poco las bisagras chirrían y te delatan.

jueves, 4 de junio de 2009

Iguales


Considero que todas las personas somos iguales.

Seguramente todos habréis oído hablar en la televisión, en la radio o de cualquier otra forma de tragedias como la del avión con más de doscientas personas que ha desaparecido en el océano Atlántico.

En ese avión había personas de diferentes nacionalidades, pero, ¿por qué en las noticias a los que no son españoles solamente se les nombra y a los españoles se les dedica más tiempo?

La mayoría de quienes recibimos la noticia no conocemos a ninguno de los pasajeros de ese avión, no teníamos ninguna relación con ellos.

Entonces, ¿qué más me da a mí que ese pasajero sea español o no? ¿Es que es más importante la muerte de una persona de mi misma nacionalidad que la de alguien procedente de otro país?

Creo que los medios nos deberían tratar a todos por igual, que el hecho de que las noticias se emitan en un país no quiere decir que sus habitantes tengan más importancia que los demás.

domingo, 24 de mayo de 2009

viernes, 22 de mayo de 2009

Ramón era una persona simple.
Por eso, cuando un anuncio de televisión le dijo que todo le iría mejor si tenía una colección de motos clásicas en miniatura, Ramón fue al quiosco de su barrio y compró el primer fascículo de la colección. La semana siguiente compró el segundo, que costaba el doble que el primero. Y así pasó muchas semanas, yendo al quiosco y comprando un cartón rectangular enorme con una cajita de plástico pegada, donde se encontraba una moto de plástico pequeña y mal acabada. Cada fascículo costaba un poco más que el anterior, aunque la moto parecía ser la misma, con la única variante de los colores con los que estaba pintada. También era igual el folleto que te explicaba lo maravillosa que era aquella moto de plástico. Ramón acabó pagando diez euros por cada moto, pero compró todos los fascículos de la colección.
Porque Ramón era una persona simple.
Por eso, cuando un anuncio de televisión le dijo que comprase un móvil con GPS, Ramón compró un móvil con GPS. Ramón no sabía lo que querían decir las siglas GPS,
ni sabía muy bien qué hacer con su nuevo móvil y, por eso (y porque era una persona simple), cuando un anuncio de televisión le dijo que mandando un mensaje le tocarían un montón de millones de euros de un sorteo, Ramón mandó el mensaje. Escribió, tal como decía el anuncio, la palabra “millonario” al número 1111. Aquel mensaje le costó dos euros.




Entonces, le mandaron un mensaje que decía que Ramón tenía que enviar otro mensaje para hacerse rico. Ramón envió el mensaje, que le costó un poco más que el primero, porque, pensó, aquel dinero no era nada comparado con hacerse rico.
Ramón volvió a recibir un mensaje del 1111, pero esta vez no le decía que mandase otro mensaje, sino que para saber si le había tocado el premio o no, debía ver la cadena de televisión donde había visto el anuncio al día siguiente.
Así que al día siguiente Ramón se levantó temprano y encendió la televisión. Puso el canal del anuncio y se sentó en el sofá, esperando saber si era rico o no.
Allí estuvo toda la mañana, sin apartarse de la televisión. A veces se cansaba de ver tantos anuncios, pero justo cuando iba a levantarse del sofá, un anuncio le recordaba que hoy alguien ganaría varios millones de euros y se haría rico. Así pasaba Ramón el día.
Ramón quería hacerse rico, como la mayoría de la gente simple. No sabía para qué, ni qué haría con el dinero, ni tenía un objetivo claro, pero quería tener dinero. Tal vez era un intento por dejar de ser una persona simple, porque, además de rico, Ramón quería ser guapo, culto e interesante.
A las once de la noche, cuando Ramón llevaba todo el día delante de la televisión y siempre viendo el mismo canal, comenzó un programa en el que dirían quién se llevaba el premio.
Entonces el presentador dijo que llamarían a tres de los concursantes, pero que solo uno de ellos ganaría el sorteo.



Llamaron al primero, que no fue Ramón.
Llamaron al segundo, que no fue Ramón.
Llamaron al tercero, y la sintonía cutre del móvil de Ramón comenzó a sonar.
Como comprenderéis, el premio debía tocarle a alguien simple, ya que quien se molestaba en mandar dos mensajes y gastar tres euros para nada, solía ser una persona simple.
Por eso y porque nos quedaríamos sin relato, el móvil con GPS de Ramón comenzó a sonar.
Ramón ya se veía buceando en billetes morados, cuando pulsó la tecla verde. Luego el presentador le preguntó su nombre, y estuvo un rato diciéndole lo afortunado que era y preguntándole qué haría con el dinero, en el caso de que lo consiguiese.
Ramón y las otras dos personas a las que habían llamado respondieron “tapar agujeros” y “pagar la hipoteca” a todas las preguntas, independientemente de lo que quisieran hacer con el dinero.
Ramón no sabía ni lo que decía de la emoción que tenía, le temblaban las rodillas cuando el presentador le dio a elegir entre tres sobres de distinto color.
Tuvo que repetir tres veces que elegía el “colorao” hasta que el presentador entendió que el que quería era el rojo.




El caso es que el premio, como no podía ser de otra forma, le tocó a Ramón, que a partir de entonces era una persona simple pero rica, que no es lo mismo.
Ya sabemos que Ramón, como la gran mayoría de las personas simples, quería ser rico. Pero en el momento en que fue rico, no sabía qué hacer con su dinero.
Entonces pensó qué es lo que siempre había querido ser, que, como recordaremos, era guapo, culto e interesante.
Entonces Ramón se compró un montón de trajes de diseño carísimos y de cremas que le harían muy guapo.
Luego, Ramón compró libros y estanterías de madera noble y formó una enorme biblioteca en su casa para ser una persona culta.
Por último, compró entradas para todos los eventos a los que acudirían personas interesantes, como fiestas de alta sociedad, conciertos o conferencias.
Pero ni los trajes ni las cremas hicieron que la enorme nariz aguileña que tenía Ramón ni su reluciente calva desaparecieran.
Tampoco la enorme biblioteca hizo algo más que coger polvo, ya que a Ramón no se le ocurrió que tal vez para ser una persona culta había que abrir alguno de aquellos libros. Todas las entradas que compró tampoco hicieron que se sintiese más interesante.
Así que Ramón se quedó en su casa viendo la televisión, y cuando vio un anuncio que le decía que si tenía una colección de minerales pulidos del mundo todo le iría mejor, Ramón fue al quiosco de su barrio a por el primer fascículo.



jueves, 21 de mayo de 2009

Inversamente proporcional

Últimamente, cuanta más gente me dice que lee mi blog y que le gustó tal entrada o aquella otra, menos comentarios hay.
(Lo pilláis, ¿no?, pues corriendo a pinchar en "0 gotas" para ser el primero)

Superhéroes


Últimamente he escrito mucho en el blog sobre nuestro desastroso sistema educativo.

Tranquilos, porque nuestros líderes políticos se han dado cuenta y han tomado grandes medidas.

Todo se va a arreglar con un ordenador portátil para cada alumno de 5º de primaria.

lunes, 18 de mayo de 2009

Como tontos


Ejercicio de mi libro de ciencias sociales (2º de ESO):


19.- Copia en tu cuaderno y une con flechas:



Jóvenes........................... Más de 65 años.

Adultos .......................Entre 0 y 14 años.

Ancianos.......................Entre 15 y 64 años.

99 pulgas


Pablo Albo (www.pabloalbo.com), Pep Bruno (www.pepbruno.com) y Félix Albo (http://felixalbo.blogspot.com/).

jueves, 14 de mayo de 2009

Comparando


A veces en clase debatimos sobre algún tema.

Cuando unos expresan sus ideas, los que no piensan igual les insultan, interrumpen o abuchean.

Cada uno, en vez de expresar su opinión y valorar las demás, solo ve su punto de vista.

Mucha gente defiende cosas, pero sin argumentar nada. Las cosas son porque sí o porque no.

No se respetan los turnos de palabra, ni se muestra respeto hacia los demás.

Se critican unos a otros.

No se crea un debate, sino dos monólogos distintos.

...

Demostramos que no tenemos educación y que, aunque ya tenemos unos añitos, no sabemos dialogar ni escuchar.

*******************************************************************

Cuando escucho el debate sobre el estado de la nación, me acuerdo de mi clase.

Cuando uno expresan sus ideas, los que no piensan igual les insultan, interrumpen o abuchean.

Cada uno, en vez de expresar su opinión y valorar las demás, solo ve su punto de vista.

Mucha gente defiende cosas, pero sin argumentar nada. Las cosas son porque sí o porque o.

No se respetan los turnos de palabras, no se muestra respeto hacia los demás.

Se critican unos a otros.

No se crea un debate, sino dos monólogos distintos.

...

Demuestran que no tienen educación y que, aunque ya tienen unos añitos, no saben dialogar no escuchar.

Además no consiguen unirse para solucionar problemas, porque si fuesen sus problemas, por mi que hagan lo que quieran, pero son nuestro problemas.

Me avergüenzo de los políticos que se supone que me representan, de cualquier partido.




martes, 5 de mayo de 2009

Asuntos importantes


ESQUEMA DE LA CONVERSACIÓN DE UNAS COMPAÑERAS

(Mañana vamos de excursión escolar a Toledo)


-Decidir si se van a sentar en la parte delantera, trasera o central del autobús. 10 min.

-Decidir entre pantalón o falda. 5 min.

-Decidir calzado. 5 min.

-Decidir si van a llevar bocadillo o dónde van a comer en caso de no llevarlo. 10 min.

-Decidir si se van a maquillar, si no se van a maquillar o si sólo se van a hacer la raya del ojo. 5 min.

-Decidir si van a llevar el pelo suelto o recogido. 5 min.



(Me las imagino con falda y tacón de aguja recorriendo Toledo, incluidas calles empedradas. Con el maquillaje arruinado por el sudor y el pelo haciendo de bufanda.)

domingo, 3 de mayo de 2009

Diga lo que diga el informe pisa...


Llamada de una compañera apurada. Domingo tarde. El día siguiente hay examen de inglés.

-Valentina, ¿qué tal el puente?

- Muy bien, ¿y tú?

-Bueno... ¿Te acuerdas el examen de inglés de mañana? Pues...Verás... Es que lo de la gramática, eso de los posesivos y los pronombres, no sé cuándo hay que poner cada uno.

-Es lo único que hemos dado en todo el tema. Solamente eso. Hemos hecho un montón de ejercicios sobre eso. No has preguntado ninguna duda. Lo dimos el año pasado. Lo ha explicado en clase la profesora. En el examen de mañana (¡Mañana!) va a entrar eso y poco más. Es muy sencillo. Son las diez y media de la noche. ¿Y quieres que te lo explique?

-Claro.

-Mejor mañana en el recreo, que por teléfono no sueles enterarte. OK?

-Vale, gracias.



Para todos los profesores del mundo:

Cuando pregunten "¿Hay alguna duda?" y todos los alumnos contesten que lo entienden perfectamente. ES MENTIRA. NO SE CREAN NADA.

sábado, 2 de mayo de 2009

http://anacrusa.elbruto.es/

martes, 28 de abril de 2009

Dialecto



Creía que no llegaría a este extremo, pero ha sucedido.

Un compañero me ha dicho una frase y no he entendido nada.

Tenía tantas palabras en dialecto de pueblo que no me he enterado.

Ni una sola palabra.

No puedo ni intuir ni de qué iba.


Necesito un diccionario castellano-cateto, cateto-castellano.


(Mañana tengo que pedirle que me la repita)

domingo, 26 de abril de 2009

Obvio


Me preguntas que por qué te quiero.

...

Porque cada vez que una lágrima se me escapaba tú estabas a mi lado antes de que cayese al suelo.

...

Y hacías que no se me escapase una segunda.

-Amos que señor cagame.

martes, 21 de abril de 2009

Plan z

- Pues si con todo eso no conseguimos el dinero, nos ponemos a vender camisetas.
-...

lunes, 20 de abril de 2009

Adiós

Este cantante lo descubrí gracias al blog "Rincón Atlántico", y desde aquí quiero darle las gracias a su blogger por los buenos ratos que me ha hecho pasar, también animarlo a que siga con el blog, ya que en su última entrada se despidió del mundo blogger.

http://www.youtube.com/watch?v=LYhrYHmUPn0

martes, 7 de abril de 2009

El ritual


Hoy os voy a explicar otras manías mías, esta vez las que tienen relación con el momento en el que estudio flauta.

Para empezar, siempre, absolutamente siempre, toco a las ocho en punto de la tarde. Me es imposible tocar antes, no me centro.

Antes de tocar me lavo las manos, los dientes, la cara y me recojo el pelo con una coleta.

El flexo tiene que estar totalmente centrado en el atril, a la derecha, nunca delante de mí, entre dos de las tres patas del atril.

Para tocar tengo que estar descalza, cuando eso no es posible solo lo consigo con unas deportivas viejas. Esto es (atención) porque me tuerzo. Como lo oís, si no estoy descalza o en deportivas me entra la paranoia de que estoy torcida, de que tengo un lado más alto que el otro, y no puedo tocar.

El atril tiene que estar absolutamente quieto, no vibrar.

Si estoy utilizando el metrónomo, tiene que estar en "beat 1", que es un sonido más grave. No soporto el "beat 2", que es más agudo.

Tengo que estudiar los libros en orden, nada de saltarme trozos.

Prefiero estar sola en casa, para no entretenerme.

No aguanto que la flauta no esté limpísima o que le suenen las zapatillas (sí, la flauta tiene una parte que se llama zapatillas).

Normalmente me quito la chaqueta y me quedo en manga corta, aunque haga frío.

Ordeno la habitación antes de tocar y quito de la mesa todos los libros.



Depende del día me pasan algunas cosas más, pero normalmente este es mi ritual para poder estudiar y tocar concentrada.

...


jeje

Solotele

A partir de ahora, podrás leer mis colaboraciones en www.solotele.blogspot.com .
Anímate a seguir "Jara, mi cámara y yo".

jueves, 2 de abril de 2009

Otra para el ojo crítico


10 minutos. 200 palabras. Tema: "Máquinas existentes"


Mariano salvaba vidas.
Cada mañana, Mariano madrugaba e iba al hospital a trabajar.
Entraba al quirófano y allí desmontaba completamente una enorme máquina, la ajustaba con exactitud, engrasaba cada rodamiento, revisaba todos los detalles y la volvía a montar.
En algunas emergencias, Mariano tenía que ir al hospital de noche o en días festivos.
Cuando Mariano se iba, entraba en el quirófano un paciente en estado muy grave, que necesitaba una operación difícil de realizar.
La máquina operaba al paciente con exactitud, sin titubear ni dudar un momento, con movimientos ajustados a la micra.
Los médicos y los científicos no paraban de alabar a la máquina, los pacientes tenían fe en ella, pensaban que era perfecta. Toda la gente hablaba bien de ella y se fabricaba sin parar.
Sin embargo, era Mariano quien salvaba vidas.

miércoles, 1 de abril de 2009


¿Podremos seguir estudiando música en Cuenca después del Grado Medio?
...
http://www.youtube.com/watch?v=ePSm5-iZ-HI (compañeros del conservatorio)