martes, 6 de octubre de 2009

¡Eureka!

¡Lo tengo!
Le he dado muchas vueltas a la cabeza, y he encontrado un trocito de la solución al problema.
Si mis observaciones y experimentos están bien hechos, el problema es:
Que el objetivo de todo el mundo (profesores, alumnos, políticos...) es aprobar, no aprender.
Se le da más importancia a un número que al conocimiento y la cultura.

2 comentarios:

El lobo Julito dijo...

Antes se decía aquello de "es más fuerte la pluma que la espada", ahora "puede más el diploma que la pluma". Y así nos va.

Ricardo dijo...

¡Elemental, querida mía! Pero ¿podemos subsistir sin ser como todo el mundo? Difícilmente, el milagro, la esperanza, la ilusión... Todavía algo queda en la caja de Pandora.
Es dificultoso, pero no imposible. Ya sabes que solo hay una cosa imposible en la vida...
Podemos remar a contracorriente, pero la corriente nos arrastra y podemos asirnos de una piedra, de una idea y sujetarnos y aguantar... hasta que nos vuelva a arrastrar y así, luchando, sobreviviendo, soportando, aguantando, ir confeccionando nuestra propia vida. ¿A contracorriente? Puede, de esta manera singular, mi querida amiga.