domingo, 9 de noviembre de 2008

Castillo de cartas


Soy un castillo de cartas.
Aguanto en pie, aguanto mientras sobre mí alguien coloca una carta tras otra, pero aguanto.
Pero, cuando menos lo espero, un soplo de aire me destroza.
Da igual lo leve que sea, aunque no tenga fuerza, puede conmigo.
La gente dice "¿sólo con ese soplo?". Nadie es capaz de comprender que cada una de las cartas que me formaban se mantenían a duras penas, aunque quedaban muy bonitas, no eran estables.
Todo pendía de un hilo, y el hilo se rompió.

4 comentarios:

Shey dijo...

Me ha encantado!
Y esque...la vida es así, frágil, capaz de destrozarse a la mas mínima.

besos!

Lavernne & Persephone dijo...

Guau, es muy profundo... No pensaba que fueses asi...
Está muy bonito, me encanta.

Neza dijo...

Gracias por los comentarios!!!!
La verdad es que vuestros dos blogs también me suelen sorprender.
Gracias gracias gracias

Ultimas Virgenes dijo...

:o que linda analógía!
pues te entiendo tanto, a veces las persona creen pensar que uno es de piedra , que es fuerte que nada lo derrumba que a pesar de las tantas cosas en la vida se mantiene en pie. pero se le pone la última carta esta viene con ese vientito insoortable que por mas pequeño que sea juntando toda esa estructura que es de lo más debil.. y cae.

me encanta tu blog

LACHATA