lunes, 19 de enero de 2009

Pese a ello


Funciono como una máquina: siempre hago lo mismo, de forma automática.

Si me salto un paso, no puedo seguir.

Cada noche, antes de acostarme, programo tres alarmas el mi móvil, una cada cinco minutos. Después pongo la alarma de mi despertador, para levantarme con la radio.

Pese a que nunca lo olvido, pese a que no tengo despistes, pese a que sé que lo he hecho.

Pese a ello, justo en el momento en el que estoy a punto de dormirme, me giro (porque a esa hora siempre he dado una vuelta a la derecha, una a la izquierda y otra a la derecha, posición en la que me duermo, o sea la contraria al lado de la mesilla), me incorporo, giro el despertador (para que la luz de los números no me moleste, antes de acostarme lo pongo en una posición contraria a la mía, de modo que me da la espalda) para ver que la lucecita que indica que el despertador está conectado está encendida.

Cada lunes, antes de coger el coche para ir al conservatorio, abro la mochila.

Sé que lo llevo todo, sé que ya lo puse todo en su sitio al hacer la mochila.

Pese a ello, compruebo que llevo la flauta. Siempre. Todos los lunes.

¡NOOOOOOOOOOOOOOO.......................!

¡SI NO TENGO MANÍAS!

4 comentarios:

Shey dijo...

(comentario n el anteror)

Somos maquinas...maquinas con corazon...pero maquinas.
Fuincionamos con instrucciones,..
bss

Anónimo dijo...

Ea, pues, señora.

Lavernne & Persephone dijo...

¿Se te puede contratar por horas?
Yo siempre me olvido de las cosas, así me organizas un poquito la vida...

Anónimo dijo...

Autómatas del mundo, uníos.